El principio de responsabilidad

 

En esta ocasión les invitamos a reflexionar sobre las implicaciones de un ejercicio profesional responsable.

La labor orientadora demanda, de quienes ejercen, un alto grado de responsabilidad en el desempeño de sus funciones. Esto supone apegarse a los deberes y actuar en consecuencia, para así brindar el mejor servicio a las personas que se orientan.

Este apego a las funciones permitirá trazar una hoja de ruta en el desempeño laboral, que contemple diversidad de estrategias de intervención acordes a las poblaciones que se atiende. Así, la persona profesional en Orientación logra actuar de manera consciente, intencionada, clara y asumiendo las consecuencias de sus actos en el fiel cumplimiento de sus tareas, lo que se traduce en un desempeño laboral caracterizado por altos estándares de calidad.

La Fiscalía les invita a continuar ejerciendo la Orientación de manera responsable, poniendo al alcance de la sociedad costarricense los beneficios potenciales de la acción orientadora.