
Al acercarnos al final de este año, desde la Junta Directiva queremos tomar un momento para reconocer, con profunda gratitud, el camino recorrido junto a ustedes.
Cada día, en aulas, oficinas, comunidades, centros educativos y penitenciarios, empresas e instituciones, las personas profesionales en Orientación promueven silenciosamente el bienestar emocional, vocacional y humano de miles de personas.
Ustedes son guía, compañía y, muchas veces, el primer rayo de esperanza para quienes atraviesan momentos de duda, cambio o vulnerabilidad.
En este cierre de año, deseamos recordarles algo que a veces, en medio de la labor diaria, puede pasar desapercibido: somos luz.
Una luz que se enciende cuando escuchamos sin juzgar.
Una luz que acompaña en decisiones cruciales.
Una luz que abre camino a quienes buscan una oportunidad, un propósito, o simplemente una palabra de aliento.
Una luz que transforma vidas sin necesidad de reflectores.
Como Colegio, sentimos un profundo orgullo de cada una y cada uno de ustedes. Su compromiso ético, su formación constante y su vocación genuina hacen que nuestra profesión tenga un impacto real en el futuro del país. La Orientación construye puentes, genera esperanza y sostiene a quienes más lo necesitan. Y esos puentes, esa esperanza y ese acompañamiento existen gracias a ustedes.
El 2026 se acerca con nuevos desafíos, pero también con nuevas oportunidades para fortalecer la presencia de la Orientación en todos los rincones de Costa Rica.
Confiamos plenamente en que, unidas y unidos, seguiremos avanzando hacia una profesión cada vez más sólida, respetada, influyente y cercana a la ciudadanía.
Deseamos que estas fiestas les encuentren rodeados de cariño, descanso y momentos que renueven su espíritu.
Que el año nuevo les traiga salud, esperanza, fortaleza y muchas razones para seguir iluminando vidas desde su ejercicio profesional, sus familias y círculo social.
