Responsabilidad de la persona profesional en Orientación en la eliminación de toda muestra de discriminación en la sociedad

    

Lic. José Francisco Castro Sibaja

Orientador, Código 1910

La persona profesional en Orientación, es una persona antes que un profesional; el reencuentro con su humanidad desde las diferentes áreas; la conduce a mirarse como un sujeto con una historia única y por ende, con una mirada y postura particular hacia la vida.

Es esencial ser consciente de la perspectiva que se va construyendo a lo largo del ciclo vital, ya que puede significar una acción recurrente de transformación del propio ser, es decir, un acto consciente y constante de escribir y re-escribir su cuento, novela o bien, su historia de vida.

Esto cambia su posición a escribir su historia vital, otorgando así a cada persona el privilegio (poder) de hacer aquellas modificaciones sentidas como necesarias en cada momento y lugar, tal y como sea requeridas.

Ante esta realidad, las personas profesionales en Orientación, son las primeras invitadas (idealmente antes que nuestras y nuestros orientados) a transitar un camino consciente hacia el ser, a vivenciar un proceso de vida donde se aprenda y potencie el autoconocimiento constante, la aceptación e integración de una identidad evolutiva, de mirar, reconocer y adaptarse a un entorno que puede ser cambiante, de tomar decisiones informadas, con pensamiento crítico  y a su vez realista.

Todo lo anterior para encontrar un espacio vacío (entiéndase como una postura humana objetiva), el cual le permita primero como persona y posteriormente como profesional, centrarse para guiar y acompañar de forma responsable a otras personas a transitar el propio camino. Para ello, utiliza una brújula dotada de una serie de principios: compromiso, responsabilidad, autonomía, probidad, confidencialidad, búsqueda del beneficio de la persona orientada y su integración al todo de la sociedad; es decir, a la eliminación de toda muestra de discriminación.

De forma concreta, según el art.20 y 21 del código de ética que rige el accionar de la persona profesional en Orientación, y con respecto a los derechos de la persona orientada se resalta la importancia del “bienestar y el respeto a la integridad de la persona orientada es la responsabilidad principal de quienes se desempeñen como profesionales en orientación”. Además, “el ejercicio profesional en Orientación debe realizarse, sin distinciones derivadas de las diferencias individuales, culturales, políticas, religiosas, de género, etnia, ideología, orientación sexual, condiciones socioeconómicas, u otras” Colegio de Profesionales en Orientación (2012). Código de Ética (p.71)*

Una persona profesional en Orientación consciente de su camino personal, escritora de su historia de vida, descubre una fuerza interna que le hace capaz de acompañarse y acompañar, de reconocer sus debilidades y fortalezas y las de otros, así como percibir-se en momento presente con plenitud. Esta persona profesional conocedora sobre desarrollo vital, es quién modela, moviliza acciones y  refleja la importancia de la integración de todas las personas orientadas a su cargo en los distintos espacios donde se desempeña como profesional.

El respeto y la dignidad son indispensables para mirar la humanidad que nos une, por ello cada profesional en Orientación busca favorecer espacios hacia una cultura de paz y convivencia armoniosa y equitativa desde el ser, minimizando de esta forma las etiquetas dadas por la sociedad.

Esto muestra la relevancia del papel que tiene cada persona profesional en Orientación, al contribuir con la educación integral de la sociedad costarricense.